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El 22 de abril de 2016, el colegio Magdalena Ortega de Nariño celebró su aniversario no.53. Una conmemoración que contó con la presentación  de un evento cultural en el que participaron las estudiantes de todos los niveles y  con la orientación y coordinación de diferentes docentes

El día empezó algo tarde, al llegar a la entrada de la institución habían carteles y decoraciones por doquier, era una tarde gris en el acostumbrado clima de Bogotá, pero no importaba, la sensación de que iba a ser diferente se sentía en el aire. Los maestros estaban elegantes, sacaron sus mejores prendas para conmemorar el aniversario de su escuela, su institución, su lugar de trabajo que les ha dado la acogida por tanto tiempo. Las alumnas iban en su uniforme formal, aunque muchas se cambiaron para su participación en el evento.

 

Durante las primeras horas las alumnas participantes se apuraron en arreglarse, mientas que las otras, como yo, que no participábamos estuvimos ocupadas ayudándolas y haciendo carteles de celebración, que incluían el himno, el escudo y la bandera de la institución.

 

Después de la extenuante sesión de emperifollado y las actividades iniciales correspondientes, nos repartieron una hamburguesa y un vaso de gaseosa a cada una. Refrigerio que las chicas disfrutaron mucho, todas menos yo, no por antipatía sino por vegetariana, aunque fue muy agradable ver como las niñas disfrutaban de la comida y de su compañía mutua, todas juntas por una causa, la celebración.

 

El evento inicio hacia las cuatro p.m. Nos acomodaron según cursos, y dado que soy estudiante de décimo, estuve al lado del palco sencillo pero formal, que organizaron para la ocasión. El discurso empezó con el coordinador hablando del sentido de pertenencia y del orgullo de pertenecer a la Institución, seguido del maestro Argemiro de religión, quien dio gracias a Dios y todos hicimos un juramento (curiosamente parecido al juramento a la bandera de Colombia) hacia el respeto y honra de la bandera. A continuación, se dio paso a las condecoraciones de los maestros, entre ellos estuvieron la maestra

 

Elvinia Valero, de química, el maestro Helmer Domínguez, de trigonometría, la maestra Susana Castro de sociales y política, la maestra Marisol López, de castellano y el maestro José Ignacio de danza.

Como yo, junto a otras niñas tuvimos que documentar el evento con fotos; estuve moviéndome de un lado a otro en busca de buenas tomas. Luego, llegaron las presentaciones, comenzaron con un espectacular baile hecho por las alumnas de dos décimos, donde danzaron con Ed Sheeran y Milky Chance, fue una bonita presentación porque son jóvenes talentosas, y se notó la dedicación, posteriormente pasaron alumnas de octavo a declamar un poemas de Rafael Pombo, que hablaba sobre mariposas y flores, fue muy tierno, porque las niñas estaban vestidas con trajes de colores brillantes y flores en el cabello, así mismo, la muestra poética fue muy organizada y coordinada.

 

Las presentaciones fueron pasando una a una, las niñas se veían emocionadas, hubo cantos por parte de niñas de los grados más pequeños, las cuales se percibían nerviosas y emocionadas, también hubo canciones por parte de coros dirigidos por el maestro Santiago, de música. Una chica interpretó una fracción de una hermosa composición para piano. El evento, a pesar de tener algunas fallas técnicas y el infortunio de un clima típico de las ciudades rodeadas por montañas, salió muy bien. Las chicas de décimo A declamaron un poema de Elvira Sastre, titulado “Mi vida huele a flor”, acompañado de movimientos interpretativos propios de la danza contemporánea, seguidamente, bailaron al ritmo de la canción Seven Years, la coreografía dividía a las niñas en filas, unas hacían unos movimientos y otras hacían otros, era genial porque iban con ropa “formal” y corbatas de muchos colores, la mayoría se había cambiado el peinado y se maquillaron para la ocasión, todas coordinadas y muy bonitas. Después unas niñas dirigieron unas palabras al colegio, se vieron muy organizadas también, por último, ya a una hora de la tarde bastante avanzada, las niñas de once presentaron su muestra artística, una combinación de danza, sonidos contundentes hechos con palos, el baile autóctono colombiano el mapalé, muy energético por cierto, cerrando con una pequeña celebración por parte de las estudiantes del prom, debido a la cercanía de su grado y su cierre de bachillerato. En síntesis, fue un hermoso acto  y me hizo recordar que falta poco tiempo para que yo también me vaya.

Por Juana Caballero

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Crónica de una tarde de cumpleaños

Las mujeres somos seres valiosos, inteligentes y  con un gran potencial, por eso sobresalimos  en diferentes campos.

 La mujer magdalenense  se destaca por  su perseverancia y lucha constante para dejar huella, por ser mujeres honestas, alegres y extrovertidas.  Es por  esta razón que las niñas de la jornada de la tarde han sido premiadas ya que su liderazgo y constancia las llevo a participar  en las diferentes actividades de los proyectos de cada una de las áreas: semana por la paz, festival de música, campeonatos, feria de la ciencia, día del idioma, concurso de disfraces y festival de danzas.

De este modo el pasado  4 de noviembre se otorgó medallas, libros, y trofeos a quienes obtuvieron los primeros lugares en los diferentes eventos. Las niñas

CON ESFUERZO Y DEDICACIÓN TODO SE PUEDE LOGRAR

demostraron que su desempeño y talento son claves  para poder seguir adelante y alcanzar el éxito.

En los eventos realizados se pudo evidenciar la dedicación y la pasión de las estudiantes en la práctica de las diferentes actividades lúdicas como: festival de danza, festival de música, torneos de fútbol y balón mano.

Expresamos nuestras felicitaciones a todas las niñas por su participación y extendemos un sincero agradecimiento a los docentes que  acompañaron en todo momento estos procesos.

         Por: Camila Faustino.

                            10 B.

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